BIENVENIDAS

BIENVENIDAS

martes, 2 de junio de 2009

Reduce el consumo de sal

Más de 1,5 millones de personas en todo el mundo sufren presión arterial alta (hipertensión), considerada el mayor factor de riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y enfermedad renal, según la "International Society of Hypertension" (ISH). Ante este dato, desde el Programa WASH (World Action on Salt & Health) se aprovecha la celebración del Día Mundial contra la Hipertensión Arterial (HTA), el 17 de mayo bajo el lema "Sal e hipertensión arterial: dos asesinos silentes", para proponer diferentes estrategias que reduzcan el aporte de sal en los alimentos y el consumo de este aderezo por parte de los consumidores.

  • Autor: Por MAITE ZUDAIRE
  • Fecha de publicación: 15 de mayo de 2009

El consumo de sal es el factor más importante en el aumento de la presión arterial y, por consiguiente, de las enfermedades cardiovasculares. Además, una dieta alta en sal puede tener efectos nocivos directos, independientemente de su efecto en la tensión arterial, por ejemplo, al aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular (ictus), la hipertrofia ventricular izquierda y la enfermedad renal. Todos estos datos se desprenden de una revisión realizada por expertos británicos publicada en noviembre de 2008 en "Journal of Human Hypertension". Bajo el título "Un examen global de la sal y la salud y la experiencia actual de los programas de reducción de sal en todo el mundo", los especialistas recogen pruebas sólidas de todos estos efectos. Las conclusiones se desprenden, entre otras investigaciones, de INTERSALT, el mayor estudio epidemiológico que ha proporcionado la más extensa base de datos mundial sobre la ingesta de sal, la excreción urinaria diaria de sodio y su repercusión en la tensión arterial.

Control de los alimentos ricos en sal: consejos


- Imagen: Steve Woods -

A medida que se ingiere menos sal, la preferencia por lo salado también disminuye. A continuación se enumeran algunas sugerencias:

  • Comer más alimentos frescos, que contienen menos sodio.
  • Reducir el consumo de los más ricos en sodio.
  • Controlar la ingesta de pan, puesto que es una fuente considerable de sal.
  • Reducir la utilización de la sal cuando se cocina. Es más recomendable dejar que cada comensal agregue la cantidad que desee en cada plato.
  • Disminuir el uso de salsas como mayonesa, mostaza, salsa de soja o ketchup y sustituirlas por guarniciones con menos sal: pimientos, patatas, verduras...
  • Recurrir a las cocciones al vapor: se conserva mejor el contenido natural del sodio en origen del alimento, por lo que se acusa menos la necesidad de añadir sal.
  • Utilizar hierbas y especias para condimentar los platos. No se trata, en este caso, de prescindir de la sal, sino de usarla en menor cantidad. En hortalizas y verduras se puede usar perejil, albahaca, cebollino, comino, pimienta y zumo de limón. Con carnes y pescados combinan muy bien pimienta, pimentón, ajo fresco, ajo y cebolla deshidratados, así como zumo de limón y vinagre. Si se emplea aceite de oliva virgen y vinagre, se encubre un poco la falta de sal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario